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Mujeres al mando: horizontales y femeninas

Voces Vitales Argentina realizó la cuarta edición de su jornada anual de liderazgo femenino, “Mujeres hacia un liderazgo transformador”, el martes 11 de septiembre en el Gran Salón del Hotel Panamericano. El encuentro combinó el testimonio de expertas con las experiencias de vida de líderes invitadas.Una de las propuestas más destacadas de dicha organización es el programa de mentoreo, que une a líderes emergentes (llamadas mentees) con líderes establecidas de amplia trayectoria (mentoras). El objetivo es capacitarlas a través de una experiencia de vida real, ampliar su red de contactos y reforzar la confianza en sí mismas, para que puedan llevar sus carreras o negocios a un nuevo nivel. Con la moderación de Lorena Díaz Quijano, directora ejecutiva de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE), el primer panel se abocó al análisis de este tema.

Las aprendices hablaron de lo que descubrieron durante la semana compartida junto a su mentora. Una de ellas fue Mariela Sporn, fundadora de Real Ref -una comunidad laboral que invita a los propios empleados a opinar sobre las organizaciones-, quien contó que su participación en el programa la ayudó a llevar su idea a la práctica, lo que generó numerosas consultas a su mentora incluso tiempo después del mentoreo.

Además de la empresaria cordobesa Lorena Piazze -participante del programa de mentoreo internacional de la revista Fortune-, otra de las participantes fue Nidia Zarza, dedicada al trabajo social: creó la primera sala de cine comunitario en una villa, hizo el documental Villera Soy y se ocupa de la inserción social de adolescentes de bajos recursos a través de la ONG Fraternidad del Sur. Su participación en el programa la animó y la ayudó a sacarse de encima los prejuicios que ella misma se imponía. “Muchas veces lo que estamos buscando lo tenemos al lado”, reflexionó.

Más tarde llegó el momento de revisar los nuevos desafíos de las líderes. Uno de los aspectos importantes es la salida de la mujer del ámbito hogareño: “Lo importante es que pueda hacerlo como mujer, para aprovechar las diferencias y su potencial femenino”, explicó la filósofa Patricia Debeljuh, directora ejecutiva del Centro Standard Bank Conciliación Familia y Empresa (IAE). “La llegada de la mujer al mundo laboral replantea la vuelta del varón a casa. Ella debe ayudarlo para que pueda acompañar la vida familiar y disfrutar del hogar”, agregó.

Paola Delbosco, filósofa y profesora del IAE, insistió en el diferencial que aportan las mujeres en el trabajo y animó a no mimetizarse con los estilos masculinos, más duros y jerárquicos. “Podemos y debemos ser femeninas”, reclamó. La conectividad es uno de nuestros principales atributos: “La mujer espontáneamente establece redes, su manera de ser líder es más consultiva”. Por su parte, Solange Grandjean, de la Red de Mujeres Latinoamericanas y del Caribe, coincide con esta mirada: “Mi cabeza funciona en red: si veo a dos personas que pueden funcionar juntas, voy y las conecto. Establecer redes no es lo mismo que hacer networking. Para esto último, hay que trabajar”, comentó en el panel que también integró el coordinador residente de Naciones Unidas en Argentina, Martín Santiago y coordinó Lidia Heller.

Antes del coffee break, llegó el turno de la directora de Hay Group, Victoria Grano Sánchez, quien presentó las tendencias que se vienen sobre liderazgo, con eje en lo femenino. Habló del estilo relacional de las mujeres, con menor necesidad de imponer su autoridad: identificó, por un lado, al liderazgo afiliativo (que sirve para lograr armonía) y, por otro, al democrático (que construye compromiso entre los empleados). “Cuando las mujeres intentan llevar a cabo liderazgos masculinos (más jerárquicos, transaccionales) son mal vistas. Se suele decir que ‘se desubicaron’”, ejemplifica.

Además, hizo hincapié en las competencias más destacadas de las mujeres ejecutivas, como el pensamiento conceptual (que tiene que ver con entender las diferencias), la iniciativa (es decir, hacer que las cosas sucedan), el impacto y la influencia (que tiene más importancia en las estructuras matriciales, y menos jerárquicas). A su vez, las mujeres se destacan en atributos como la empatía, el manejo de conflictos, y el conocimiento de sí misma, y demuestran tener los mejores resultados de negocio “porque tienen algo para aportar que, complementado con los hombres, genera un buen resultado”.

Uno de los momentos más emotivos llegó con las experiencias de vida de mujeres de diversos ámbitos. La primera en exponer su historia fue Mariana Reuter, miembro de Fundasor, que contó cómo se animó a defender los derechos de las personas discapacitadas: “Soy sorda. Y punto”, lanzó. Mónica Berdión de Crudo, juez nacional en lo criminal de instrucción de la República Argentina, y Elisa Estenssoro, médica directora de la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Interzonal General de Agudos San Martín de La Plata y ex presidente de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, compartieron con los presentes sus experiencias.

“Para mí no existe el ‘work’ y el ‘life’, porque el trabajo forma parte de la vida”, reflexionó Ana María Urrutia, directora general de Diageo Latinoamérica y Caribe, quien contó los desafíos y las dificultades de ser una mujer ejecutiva en el último panel, dedicado a las CEOs. “En algún momento me creí una ‘superwoman’, creía que podía estar en todos lados a la vez. Y mi marido era el que más lo sufría. Hoy, si estoy en algo, solo estoy en eso”, reconoció. Sandra Slavkis, gerenta general de Danone Bay Nutrition, comentó que para ella una de los puntos más importantes es tener seguridad: “Hay que decirle no al perfeccionismo, hay que aprender que no todo puede ser perfecto”.

Isela Costantini, presidenta y directora ejecutiva de General Motors Argentina, Uruguay y Paraguay, contó que su “germen” de liderazgo se remonta a los 9 años, cuando se rebeló contra un entrenador y su equipo se bajó con ella de la competencia. “Un líder reconocido es más importante, porque eso lo llevará a ser un líder impuesto”, es decir, aquel que es nombrado “oficialmente”. Delbosco, un rato antes, habló de esto mismo y afirmó que a las mujeres no nos interesa tanto el nombre del puesto, como sí a los hombres.

La jornada concluyó con la entrega del “Premio Hombre Voz Vital” en reconocimiento a su labor en pos de un liderazgo femenino transformador. Sebastián Sarasola se llevó el galardón –creado por la artista Nora Iniesta-, quien junto a su hermano y un grupo de amigos fundó Mediapila, una iniciativa que busca reinsertar socialmente a través del trabajo a mujeres que viven en la indigencia.

Un encuentro para generar liderazgos que saquen lo mejor de nosotras.

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