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Un bálsamo que enciende

La Asociación para el Liderazgo de la Mujer, Mirra, nació en 2003 en Bilbao, España, y luego de ocho años de trabajo mantiene su proceso de crecimiento y el reto que le dio vida: empoderar a las mujeres. Sin temor a la polémica, plantean: ‘desde lo colectivo no se puede evolucionar. La evolución es individual’.De la mano de Adela Innerárity, una de las fundadoras de la Asociación y lideresa de muchas de las ideas que marcan el trabajo de Mirra, nos adentramos en la visión de esta organización que desea ser como la mirra, un bálsamo para la herida de lo femenino en la sociedad.

Mirra pertenece al movimiento de ‘Desarrollo de la Consciencia’. De acuerdo a esta licenciada en Ciencias Biológicas, es una Asociación innovadora que se adhiere a todos los movimientos que promuevan el crecimiento, madurez, sabiduría, empoderamiento o sea, la toma del propio poder de la mujer. El objetivo es promover la madurez de la mujer, su capacidad de tomar sus propias decisiones y de asumir las consecuencias de estas decisiones. ‘Mirra está al servicio de la mujer’, sostiene.

Su trabajo busca el desarrollo de la consciencia de la mujer. Es decir, el ‘darse cuenta’ cada vez a mayor profundidad de lo que le ocurre, de lo que hace y de las implicaciones de su comportamiento sobre ella misma y sobre otras personas, y también de las conexiones y las interrelaciones. Por tanto, de lo que sucede a todos los niveles: individual y social, interior y exterior.

Adela rechaza los límites de cualquier parámetro conocido para definirse, porque ‘es una asociación innovadora y como tal no está limitada por los marcos ya establecidos. ¿Donde estaría, si fuera así, la innovación? Este es un contrasentido que encontramos cuando se pide constantemente innovación y al mismo tiempo se quiere que sea algo ya conocido’.

Mirra profundiza el concepto de igualdad a partir del yo. ‘Desde lo colectivo no se puede evolucionar. La evolución es individual’, afirma tajante Adela.

-¿Por qué no se avanza desde lo colectivo?

No entiendo esta pregunta de ¿por qué no se avanza desde lo colectivo? Yo preguntaría: ¿es posible avanzar desde lo colectivo si no se avanza en la comprensión de lo que ocurre a una misma y a la sociedad en la que vivo, desde lo individual?

Para Mirra, lo colectivo y lo individual no son dos cosas separadas ni contrarias, porque lo individual empuja lo colectivo y lo colectivo, los movimientos sociales, ayudan a la toma de conciencia de las personas individuales. Lo que Mirra propone es acompañar a cada mujer a darse cuenta de cuáles son sus cadenas y sus obstáculos para avanzar en su madurez y liderazgo, y ese crecimiento da resultados en lo individual y en lo colectivo porque da lugar a tomar decisiones en ambos espacios y a su vez lo colectivo, (la Asociación es un colectivo) acompaña en ese proceso.

En consecuencia, si a una mujer le piden ser lideresa, es el momento de saber quién se lo demanda, por qué y si lo quiere hacer. ‘Debe cuestionar lo que le demandan, esa es la clave’, dice Adela, cuyo lema en la vida parece ser que cada ser humano tome sus propias decisiones en libertad sin imposiciones del sistema dominante o por un movimiento de mujeres, incluso el feminismo que indica a veces un único camino a seguir. Y, en este caso, según Adela, la imposición mina el empoderamiento.

Surge entonces la duda. ¿Son o no feministas? ‘Conocemos los movimientos de feminismo de la igualdad y de feminismo de la diferencia y creemos que ambos tienen parte de verdad, y al mismo tiempo no nos interesa porque no entendemos esa lucha para proclamarse de uno u otro signo’, explica Adela. ‘Si quieres colocar a Mirra en algún sitio, en todo caso sería en una integración de ambos movimientos. Los dos movimientos tienen parte de verdad y lo que propone Mirra es: no asumir la verdad ‘a priori’ de uno u otro, sino que cada mujer descubra cuál es su verdad. Y eso forma parte de un proceso de conocimiento de una misma, de toma de poder de una misma, muy clave para no seguir siendo manejadas por ningún movimiento. Hablamos de libertad, de libertad también para ser quien se quiera ser. Estamos hablando de madurez y liderazgo y eso, a veces, tiene un precio alto’.

-Su postura invita a preguntar: Cada una de nosotras tiene una historia distinta y conflictos por resolver, ¿Mirra tiene respuestas para todas?

Mirra no tiene respuestas. Tiene caminos de conciencia y esa no es una respuesta, es un proceso. Un trabajo de crecimiento.

Al final, Adela observa el documento de presentación de Mirra que encierra la visión de trabajo que la mueve en vida. Levanta su mirada y me ve directamente a los ojos. Más tarde, leo en la portada del escrito un pensamiento: ‘Cuando una mujer está en contacto con su alma, con su esencia femenina, es una inspiradora, una creadora, y una oyente de los mundos interior y exterior’.

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