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Congreso en Canadá. La tecnología, una aliada de las mujeres en su lucha por la igualdad de género

Especialistas reunidas/os en el Women Deliver, en Vancouver, aseguraron que ellas tienen menos acceso y están en desventaja, lo que debe revertirse.

Aborto, casamientos forzados, brecha salarial, violencia, techo de cristal, derechos reproductivos. Los temas se cruzan en el Women Deliver, la conferencia que por estos días tiene lugar en Vancouver con las voces de 8.000 líderes políticos y activistas de más de 160 países del mundo. Así, mientras el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anuncia en una sala que su gobierno elevará el presupuesto anual dedicado a la salud de mujeres, niños y niñas; en otro salón una mujer cuenta que en Honduras hay 42 mujeres presas por abortar y en otro, Melinda Gates asegura que la tecnología es fundamental para combatir la desigualdad de género.

Melinda, que junto a su marido creó la Fundación Bill & Melinda Gates, es una conocida participante del Women Deliver. Acaba de publicar el libro The Moment of Lift: How Empowering Women Changes the World (El momento de levantar: cómo empoderar mujeres cambia el mundo), donde también cuenta lo que es ser mujer en el rubro tecnológico, un mundo aún dominado por los varones.

«Women Deliver es uno de los lugares donde intentamos asegurarnos de que la igualdad de género se mantenga en la parte superior de la agenda», declaró la empresaria dias antes del congreso. Este martes, ya en Vancouver, lideró el plenario «El poder de la tecnología: cómo aprovecharla para la equidad de género».

«Hay que darle poder a las mujeres a través de las tecnologías —comenzó Gates—. Sólo el 6% de las inversiones son para mujeres que tienen negocios, y necesitamos que haya más empresas en manos de mujeres. Pero también se necesita tener acceso a internet, tener computadoras, celulares, saber usar los aparatos. El poder de la tecnología tiene muchas caras. La tecnología afecta nuestras vidas en todas las formas. Tenemos que asegurarnos que las mujeres tengan acceso».

La relación mujeres-tecnología tiene diversas aristas que se vienen analizando hace tiempo: se sabe que la tecnología en algunos casos está haciendo algunos trabajos que hasta hace poco realizaban personas, en su mayoría mujeres. También se sabe que quien no accede a la tecnología está en desigualdad de condiciones. Pero la tecnología también puede ser usada para empoderar a niñas y mujeres. Y por ese camino fue el panel.

Roya Mahboob es la primera CEO de Afganistán. En un país donde las mujeres son de sus padres o sus maridos ella vio que internet podía salvarlas. Fundó Afghan Citadel Software, una consultora de soporte global, y luego armó Digital Citizen Found, una ONG de alfabetización digital para niñas de 12 a 18 años. «En Afganistán las niñas no tienen acceso a la educación. Se quedan en sus casas, y después deben casarse. Yo pude hacer algo distinto. Conocí la caja mágica y fui la primera mujer en la tecnología de mi país. Ahora uso la tecnología para empoderar a las mujeres y niñas», dijo Mahboob.

Shivani Siroya fundó Tala, una empresa que facilita el acceso financiero a los propietarios de pequeñas empresas para ayudarlos a salir de la pobreza. «Hay lugares donde las mujeres y las niñas no saben usar los celulares», señaló. Acceder a las nuevas tecnologías sirve, entre otras cosas, —agregó— «para manejar el dinero digital, que es lo que puede dar independencia financiera y acceso a bancos. Hay lugares donde a las mujeres sus maridos les sacan la plata y ellas no tienen autonomía ni libertad».

Judith Spitz es directora del Programa Fundador de la Iniciativa para Mujeres en Tecnología y Emprendimiento en Nueva York (WiTNY) en Cornell Tech, una asociación entre Cornell Tech, la City University de Nueva York y varias empresas que facilitan la participación de las mujeres en trabajos relacionados con la tecnología. «Hay que duplicar la cantidad de mujeres que estudian tecnología en la universidad. La tecnología debe considerarse parte de la alfabetización, la programación también. No va a haber cambios si las mujeres no entran en las universidades y se apropian de la tecnología», aseguró Spitz.

Nick Oketch es de Kenia y diseñó LucyBot, un chat de Facebook Messenger que difunde información sobre VIH, educación sexual y anticonceptivos para ayudar a que los adolescentes sepan cómo evitar embarazos no deseados y transmisión de infecciones sexuales. «A mis dos hermanas las casaron a los 12 y 14 años. En 47 países de Africa el VIH tiene los índices más altos. Encima la sociedad es muy conservadora y hablar de sexualidad es un tabú. Esta aplicación ayuda a dar información seria de manera anónima y reservada. En un año ya tuvo más de 30 mil consultas», explicó Oketch. Entre las preguntas más repetidas que recibe LucyBot están: cómo se pone un preservativo, si las pastillas provocan infertilidad, cómo saber se se está embarazada. «Hay lugares donde aún no hay internet. Todos los adolescentes deben tener acceso a la tecnología, porque es una buena vía de acceso a información de salud sexual y reproductiva. A través de la tecnología se puede cerrar la brecha«, concluyó Oketch.

En otra de las charlas también se habló de la tecnología al servicio de la educación sexual y la anticoncepción. Se mencionó, por ejemplo, la aplicación Safe Abortion (SA, aborto seguro), que está destinada a intermediarios no médicos ni especializados —como pueden ser educadores, voluntarios de salud, activistas, acompañantes— y también a mujeres que puedan usarla para sí mismas. Esa app está en varios idiomas y no requiere conexión a internet. También se habló del uso de Skype para conversar con médicos y emitir consejerías online para interrumpir embarazos.

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