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La crisis, un doble castigo para las mujeres

La Comisión Europea liderada por Alemania está estrangulando las economías del sur para fortalecer a su propia banca, implicada en todas las burbujas económicas de los países que han ido cayendo, arruinados por sus bancos, como en un juego de naipes. La primera resolución, elaborada por la Vicepresidenta de la Comisión de Derechos de la Mujer, Elisabeth Morin-Chartier (PPE, Francia), pone de manifiesto la precarización de las condiciones laborales a las que se enfrentan las mujeres,

y las repercusiones que puedan tener las políticas de recortes en el sector público, donde la mujer ocupa el 70% de los puestos de trabajo en el total de las administraciones locales, regionales y estatales de los Estados de la UE.

«Las mujeres se enfrentan a una crisis silenciosa que ha empeorado notablemente sus condiciones de vida. Antes de que comenzara esta crisis económica ya había una tasa importante de desempleo femenino, y eran en su mayoría las mujeres quienes ostentaban contratos precarios, a tiempo parcial y con bajos salarios. Desgraciadamente, con las políticas de austeridad las mujeres sufren en la actualidad un doble castigo».

La Comisión Europea liderada por Alemania está estrangulando las economías del sur para fortalecer a su propia banca, implicada en todas las burbujas económicas de los países que han ido cayendo, arruinados por sus bancos, como en un juego de naipes. Así pasamos del “Hay que reinventar el capitalismo” a que el capitalismo ha reinventado la pobreza. La proclama de Richard Branson en 2011 y del Sr. Soros en la reunión de Davos de 2012, replicada en los Telediarios hasta la saciedad, con un Sarkozy sonriente alumbrando la nueva era, quizá les haya servido para ampliar sus capitales, pero la incapacidad política de los gobiernos europeos y de la Comisión Europea ha servido para empobrecernos a todos.

En España bajo la consigna de la austeridad y el déficit cero se han impuesto manu militari, que ahora es bajo amenaza financiera, políticas neoliberales argumentadas en tópicos: ya no se puede seguir así, no es sostenible, esto no se puede pagar, era un exceso que llevaba al Estado a la ruina y daba cobijo a los abusos de todo tipo, desdibujando los derechos ciudadanos y presentándolos como un lujo que no nos podemos permitir.

Se anuncia oficialmente que el Estado del Bienestar es insostenible, y a partir de ahí, se inicia una campaña de desprecio a la cultura de la subvención como generadora de vagos, desprestigio de lo público tachado de ineficaz porque anula el emprendimiento presentado como el paradigma del éxito, frente a un funcionariado caduco, que abusa de sus privilegios y en definitiva trabaja poco y mal. La calle ha respondido diciendo: somos tus bomberos, tus policías, tus médicos, tus profesores, quién te hace tu carnet, etc… aún así ha calado en grandes sectores de la población la mala opinión sobre los excesos de los funcionarios y lo cara que es la administración pública. Un estado de opinión difícil de contrarrestar, pues en ningún momento se aportan datos rigurosos que permitan la comparación entre la gestión pública y privada.

El objetivo es desprestigiar lo público como obsoleto y caro, frente a la gestión privada eficaz y resolutiva. Obviando en este discurso demagógico que todos los partidos y sus organigramas de poder en todos los escalafones, fundaciones y organismos semipúblicos, los utilizan para colocar a sus cuadros, están ocupados por los partidos como agencias de colocación interna, y todos están subvencionados por el Estado.

Se ha insistido en la desautorización de los sindicatos por antiguos, ineficaces, basados en las prebendas de sus cuadros, consiguiendo reducir su apoyo social. Esto ha facilitado en las sucesivas reformas laborales arrinconar el papel sindical, por ejemplo se ha perdido la obligatoriedad de las empresas de someterse a la negociación en los convenios colectivos, entre las muchas pérdidas que esto supone hay que destacar los derechos perdidos por las mujeres en representación, flexibilidad horaria, medidas de corresponsabilidad… el sindicato UGT en el Informe “El empleo de las mujeres en cifras” augura más paro y mayor precarización del empleo femenino en paralelo con mayores dificultades para conciliar, entre otras cosas porque los trabajadores a tiempo parcial podrán hacer horas extra a partir de ahora.

Mientras abominan de lo público, extienden sobre la ciudadanía la convicción de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora tenemos que purgar nuestros excesos con la ruina. Como si los poderes financieros y los lobbys económicos basados en la construcción, no hubieran sido los artífices de esta situación, en la que se ha pasado de una economía productiva, a una especulativa. Y en la que las clases medias han basado su posición y escalada hacia las clases altas, sobre el acceso al consumo, alimentando así la máquina de la especulación. Ahora se les acusa de despilfarradores por haber vivido por encima de sus posibilidades.

Los ciclos de crisis conllevan el expolio de los derechos sociales y económicos, actúan especialmente sobre los sectores de mayor marginalidad, migrantes, mujeres mayores, mujeres solas con hijos,…que son siempre el núcleo del ataque.

La crisis se cierra sólo cuando ya se han expoliado los derechos, lo que le permite al capitalismo renovar sus objetivos y poner en marcha sus estrategias de mercado sin tropiezos sindicales, salariales, etc.

Y especialmente afecta a las mujeres.

El estudio THE GENDER GAP IN PENSIONS IN THE EU que la Comisión Europea ha publicado hoy, revela que los efectos de las tasas de empleo más bajas y más altas marcan las diferencias de remuneración entre las mujeres y, además, se extienden en la edad de jubilación. Las mujeres reciben pensiones medias que son 39% más bajas en comparación con las de los hombres (en Portugal se sitúa en el 34%).

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